jueves, 2 de abril de 2015

Para encontrarnos es necesaria la soledad.


La distracción nos pierde.
Pierde el centro que somos nosotros.
Para encontrarnos es necesaria la soledad. Distraerse = extraviarse = Aberrarse. (En latín, dejar de ser lo que uno es)
Únicamente en soledad podemos saber quiénes somos, reencontrarnos, reconocernos. 
Sin ninguna distracción. Solos.
Reconocernos es la base para reconocer a los otros. 
Saber estar en compañía significa saber estar solo.
De la soledad surge la necesidad de la comunicación, como del conocimiento de uno mismo surge la necesidad del conocimiento de los otros. 
Lo que primero se siente es la necesidad de estar solo. –Quizá cuando nos hemos perdido demasiado tiempo-.
De un extravío prolongado de nosotros mismos surge la necesidad de conocerse, de encontrarse. Esto es doloroso.
La soledad también lo es.
Cuando llegamos al culmen del dolor de la soledad, aparece la desesperación de la desesperación. 
Es el mismo punto donde aparece también la esperanza.
Aunque también puede aparecer el suicidio.

18/12/78

mi aburrimiento


Quisiera explotar mi aburrimiento, desesperar mi desesperación. Buscar así la forma de destruir la desesperación y el aburrimiento.  Cuando se da el aburrimiento hay que llevarle al culmen. Su punto de explosión es nuestra explosión. La explosión no sabemos qué nos traerá, pero por lo pronto acabará con el aburrimiento. Puede empezar entonces la lucha contra el aburrimiento que va desde la creación hasta las metralletas. Metralletas dirigidas a quienes imponen el  aburrimiento. Al estado que lo ha programado en nuestras vidas antes de nacer.  La desesperación de la desesperación es lo mismo. La única forma de mantenernos vivos en la muerte. Divertir al aburrimiento, entretenerlo, evadirlo, es ir a nuestro propio entierro creyendo que vamos de bautizo. Mientras tengamos dolor , aún sabiendo que estamos enfermos, vivimos.  Los narcóticos acaban con el dolor pero a la vez acaban con nosotros.  Narcótico = Televisión = Prensa = Evasión = Muerte. Hay que gritar de dolor, levantarse del lecho y luchar contra quienes nos imponen el dolor. La lucha es infinita y eterna.  En esta lucha no existe el aburrimiento.  

17/12/78
 

“Matar el tiempo”


 

El tiempo devora nuestra existencia. Queremos vivir sin tiempo, por encima del tiempo, apoderarnos del tiempo. Pero es el tiempo quien se apropia de nosotros. “Matar el tiempo” es la expresión exacta de cómo el tiempo nos mata. “Entretener el tiempo” es la forma estúpida  de cómo el tiempo vacía nuestra existencia. El tiempo deja de existir cuando la vida es plena.
12/12/78