lunes, 1 de abril de 2013

Subía La mano por tu espalda desnuda




                                              Subía
La mano por tu espalda desnuda
             Desnuda como una piedra
Bajaba
            Desde el cuello a la cadera
Una vez
Otra
Otra

Aquellos pechos oscilantes
Desnudos
Desnudos como una piedra
Aquellos pechos
Mirándole
Con asco y pena

         Contemplaba con sorpresa un sueño
La boca dibujaba su perfil en el frío espacio

¡ Ha besado tantas horas la almohada !

Su figura semeja una diosa griega
Desnuda
En piedra.