Había un cura gordo
Y un maestro flaco.
Al cura le llamaban Don Estanislao
Al maestro, el “Pachurro” de “Espachurrao”.
Más que la barriga abultaba la papada.
Como un pavo encebado.
Sentado en su sillón,
Papada y barriga dos en una son.
Con las manos sobre ellas
agitando los pulgares
hinchadas las narices
caídos los belfos,
caídos los belfos,
babosa la boca,.........
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