Se trata de empezar a tener un proyecto vital y a partir de este,
desembocar en el proyecto compartido, que va más allá de las
necesidades individuales y que integra a la persona en el colectivo
social y la compromete con él.
A quien debemos gustar ante todo es a nosotros mismos.
Para sentirnos con fuerzas para emprender iniciativas comunes de transformación social con las personas que nos rodean.
Gustarse a pesar de las limitaciones, las carencias y las
equivocaciones.
Desarrollar la capacidad de disfrutar del camino.
Fijarse unas metas a las que llegar, pero a la vez vivir intensamente el momento presente.
El simple hecho de caminar ya debería ser seductor por sí solo,
porque en el camino iremos descubriendo todo lo singular que hay en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario